viernes

Intrusa


Seré guiada por esa fuerza incomprensible llamada amor, me sentaré en el borde de tu cama y te observaré largo rato. A ti, tan puro, tan increíble. Inconscientemente me harás un lugar, no sabes que estoy ahí, pero algo hace que te muevas. Me recostaré, pero sin dejar de mirarte. Comenzaré a acariciar tu piel, quiero que te relajes. Besaré tu frente y luego tus labios, muy suavemente porque no quiero despertarte. Voy a acariciarte un poco más. Estás ahí, dormido a mi lado, y yo rozo tu mejilla con el borde de mis dedos, ahora suavemente tus labios, y tu oreja izquierda. Entre las sábanas me encuentras una vez más, como tantas veces soñamos antes, solo que nunca fue tan real. La luz del amanecer nos abre los ojos tímidamente. Un relámpago nos invade el cuerpo cuando confirmamos que nada fue un sueño. Que estás acá al lado mío. Que estoy ahí frente a ti. La mañana nos descubrió abrazados, con la ropa en el suelo y el amor a flor de piel.



Carolina Ailin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario