sábado


Ay, mi corazón tan maricón
fue traicionado por el corazón de ella
pues mi corazón ignoraba que el corazón de ella 
no tenía corazón.

Ay, mi corazón tan maricón
hoy vive triste y solitario protegido
por una caparazón de desilusión.

Ay, mi corazón tan maricón
hoy se hizo hombre y ya no tiene corazón.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario