martes



…en un lugar seco, en la habitación de él, iluminada por velas y envuelta en un sonido de piano que les hace navegar, ella le quita la gabardina y le va quitando los botones de la camisa, no tiene prisa alguna y disfruta de cada caricia que le produce sentimientos de deseo y pasión, y finalmente se la quita dejando el torso al descubierto, él la ayuda a quitarse la blusa, ella le besa acariciándose los labios, su sabor es algo nuevo y carnoso, el hambre y la sed que ella le causa es insaciable, después besa su rostros alrededor de sus ojo izquierdo eso les calma y les da más fuerza, pequeños besos apenas un roce accidental, él la abraza, ella le recorre con una danza de dedos la espalda, cada herida, marca y lunar, él la besa suavemente en el hombro y el cuello, pequeños besos que son más una caricia, él la tiende a ella sobre la cama mientras no deja de besarla, se miran mientras él le acaricia el pelo echándoselo por detrás de la oreja izquierda y dejándola al descubierto, siendo así más fácil de acariciarla con sus labios y tentándola a provocar una leve sonrisa y sentimientos de lujuria, cambian de postura ahora ella esta arriba de él, tomando la iniciativa y dejándose llevar, se besan mientras en la habitación la luz se va perdiendo, ya solo queda una vela encendida que finalmente se apaga, dejando a ambos amantes bajo la atenta mirada de la noche, poniendo como único limite su imaginación y su deseo mutuo…

…él despierta, tumbado boca abajo y desnudo, pero sin rastro de ella, tan solo su olor, que le ciega y embriaga, nublando sus otros sentidos, es el olor de una rosa roja dejada en la ventana entonces el alza la mirada al cielo y la ve, tan preciosa y deslumbrante como la primera vez, la belleza definida en luz blanca, y una sed de ella que es inacabable, entonces el muestra su naturaleza y su verdadera forma, mostrándole que el siempre será su hombre lobo y ella su eterna luna llena..




Ai.Lu

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